Después de varias propuestas por parte del equipo Velasor, decidimos hacer nuestro 1er y pequeño circuito.

Ambientado en la Sicília de 1922, la Targa Florio es una de las pruebas más duras que hombre y máquina puedan afrontar. La maqueta mide 1’50 x 2’30, con dos carriles con trencilla magnética fresado a mano, el trazado se extiende en 10 metros. Eso nos permite hacer una pequeña colina que sube sinuosamente hasta llegar a la zona de montañas, baja en una recta delante de la casa/taller Austro Daimler y desemboca en las curvas mas cerradas del circuito. Un pequeño doble peralte antes del túnel hace que los coches salgan del trazado guiado y quieran imitar los derrapes tan característicos de la época. Creamos un túnel debajo de la montaña central del circuito, el recorrido que sigue son sinuosas curvas muy acordes con la carrera Siciliana. Los detalles decorativos los terminamos con árboles, figuras, carruaje de caballos, moto, bicicleta, un bar/cafetería al otro lado de la casa y más piezas, todo ello pintado a mano y adaptado uno a uno en su espacio determinado.

Introducimos luz en distintos puntos del circuito, como son la gasolinera, túnel, casa A.D y postes de madera para así ambientar el circuito y darle el color cálido y tenue de la belle epoque.

Este circuito nos ha abierto un nuevo punto de referencia donde darle más protagonismo a nuestro coche, hemos disfrutado y nos hemos quedado con ganas de más, sin duda un segundo escenario acompañará a nuestros futuros modelos.